Millones de ciudadanos se movilizaron en todo el país para rechazar el intento golpista de los seguidores bolsonaristas. Los hechos del domingo dejaron más de 1.500 detenidos y considerables destrozos en la ciudad de Brasilia. A su vez, la Corte Suprema apartó por 90 días de su cargo al gobernador de la capital, Ibaneis Rocha, y ordenó a las fuerzas de seguridad liberar cualquier vía o edificio público ocupados por simpatizantes del ex presidente Bolsonaro. Mientras, el presidente Lula se reunió con gobernadores para tratar la crisis y afirmó que la policía apoyó a los golpistas. En un documento firmado por la presidenta del Supremo Tribunal Federal, Rosa Weber, el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, el presidente del Senado, Vital do Rego, y el propio Presidente Lula sostuvieron: “Los poderes de la República, defensores de la Carta Constitucional, rechazan los actos terroristas y golpistas que ocurrieron en Brasilia e instamos a la sociedad a que mantenga la serenidad en defensa de la paz y la democracia”.